martes, 9 de abril de 2024

Urbasa y su entorno. Laberinto de Arno, Arco de Zalamportillo y Legaire. 2024-03

La sierra de Urbasa y sus alrededores nos sigue maravillando. Hay mucho más aparte de la joya del nacimiento del Urederra y el Bosque encantado.

En su entorno hemos conocido lugares como el Balcón de Pilatos o el pico Beriaín que aparece desde el valle como una pirámide inexpugnable, los hayedos y roquedos de Limitaciones o los robles de Etxarri Aranatz. En octubre 2017 guiamos una salida con la Facendera por aquí.

Esta vez vamos por la pista desde el puerto de Opakua (desde Agurain/Salvatierra) en dirección Urbasa hasta el aparcamiento de "Majada Mezkia". Es un lugar bastante conocido, aunque nosotros vimos a muy poca gente, dado lo que había llovido antes y lo que estaba previsto para después.

A pocos metros encontramos el embalse de los Alemanes, que ya nos sugiere un recorrido especial.

El sendero avanza por el hayedo, que poco a poco se hace más denso hasta que el musgo en las rocas nos anuncia el Laberinto de Arno. El paisaje recuerda al bosque encantado de Urbasa, pero en pequeño. El arco de Zalamportillo es el lugar de referencia, el destino de la mayoría de la gente.

Tras deambular por los pasillos entre rocas subimos hacia el Puerto de Bikuña y el pico Baio. Seguimos la cornisa, un bonito panorámico. De camino pasamos junto a zona que fue cantera para la construcción de los monumentos megalíticos que encontraremos más tarde.

Tras retornar al hayedo nos adentramos en el parque arqueológico de Legaire. Encontramos los menhires de Baio Este y Lekuona, el Dolmen y menhir de Legaire y el dolmen Sur, pero sobre todo nos sorprenden el estético cromlech de Mendiluze y el enorme menhir de Akarte, junto a los meandros de un arroyo y con los prados cuajados de narcisos.

De regreso de nuevo por el hayedo seguimos hacia el segundo laberinto del día, más espectacular que el de la mañana por su tamaño, ambiente y vegetación. Brujuleando por allí nos topamos con la entrada a la cueva de Iguaran, que es visitable pero con equipamiento y conocimientos adecuados.


   
Antes de llegar al paso de Azkueta vemos algunas otras formaciones curiosas, como una ventana doble en una roca. Hemos visto durante la marcha bastantes destrozos en los árboles causados por el temporal de viento, incluidas algunas hayas enormes que no han resistido en pie. Atravesamos por el hayedo para regresar al punto de partida.

 

En este enlace puedes acceder al track de la ruta en Wikiloc.

Y en este otro, a una colección de fotos más completa, que incluye además la visita a la entrada de la Cueva de la Leze y al pueblo de Aguarain/Salvatierra.






viernes, 5 de abril de 2024

Aitzulo, Cueva de Gezaltza. Guipúzcoa. 2024-03

Camino hacia el santuario de Arantzazu se observa de frente un gran barrera rocosa. Un hueco descomunal se abre en su lado izquierdo: Aitzulo.

La mañana había estado desapacible debido a la lluvia y el viento. La habíamos aprovechado con nuestro amigo Markel, a quien conocimos el año pasado en el pico Orixol. Markel nos lleva a conocer parte de "sus dominios": el embalse de Urkulu, el santuario de Arantzazu y las preciosas aldeas del entorno de Aramaio, diseminadas por laderas que se muestran con un verde intenso. Los barrios se denominan "anteiglesias" por motivos históricos de organización: utilizaban para sus reuniones los atrios de las iglesias (cada barrio tiene la suya, algunas de muy buen porte). Las ovejas de raza latxa ponen los puntos blancos de contraste.

Como el tiempo parece dar un respiro, vamos a Araotz, en el Parque natural de Aizkorri-Aratz. El año pasado estuvimos cerca de aquí, cuando ascendimos al Aizkorri por la cresta de los Alaveses. Ahora vamos a conocer la cueva-túnel accesible más espectacular de Euskadi. Hay un aparcamiento antes de entrar en el pueblo. Nos ponemos a caminar sobre las tres de la tarde.

El sendero está lleno de barro, pero se llega sin problema. La cueva aparece súbitamente tras la vegetación con unas dimensiones extraordinarias. Muestra cuatro aberturas, una de ellas a modo de enorme claraboya hacia el cielo, otra que comunica con ambos lados de la pared, una más pequeña en su parte anterior y otra descomunal hacia el barranco del río Arantzazu-Ibaia. Los buitres cruzan tras el ojo aumentando la sensación de vértigo. Todo en ella produce asombro. 

Se puede acceder -con precaución- a todo su desarrollo, incluso a una terraza situada junto al abismo. Es un lugar muy conocido y visitado, pero al acometer la marcha con tiempo inestable tuvimos el placer de disfrutarla en solitario.

 
Junto a Araotz se sitúa la cueva de Arrikrutz, habilitada para visitas turísticas; no pudimos visitarla pues acabamos la ruta del Ojo Aitzulo ya tarde. No obstante, Markel nos había comentado la existencia de otra cueva en la proximidad. Teníamos tiempo suficiente para tratar de localizarla.

Se trata de la cueva-sumidero de Gezaltza, situada unos 3 km antes de llegar al santuario de Arantzazu. En una curva de la carretera hay un aparcamiento y un panel con indicaciones hacia varios caseríos. Desde allí mismo sale una corta pista asfaltada. Pasadas una quesería y unas casas se convierte en un camino que lleva hasta el río.

En un terreno kárstico como este, el cauce del río Arantzazu-Ibaia está aparentemente seco; el agua circula por debajo y sólo se ve cuando hay grandes precipitaciones o deshielo. Cuando nosotros lo visitamos se pasaba sobre los cantos rodados y el agua aparecía en tramos fáciles de salvar. En la boca de la cueva si que se ve el agua.

La entrada se hace visible entre la vegetación tras unos minutos de caminar. Es un hueco de 80 m de altura y 18 de anchura media.  El paso está cortado por unas grandes rocas que no se pueden salvar sin medios técnicos. El agua ha tallado el enorme sumidero que termina desaguando al otro lado del monte donde se junta con el río que viene de Araotz en el embalse de Jaturabe. Al parecer, el volumen de agua embalsada regula la altura del río en las cuevas de Arrikrutz. El sistema de Gesaltza tiene un desarrollo de 14 km, que se recorren sólo con equipo de espeleología (y por descontado, con el conocimiento suficiente y/o la ayuda de guías especializados). 

Nos contentamos con ver la entrada desde donde podemos y regresamos por el mismo camino.

Acabamos la tarde visitando la monumental Oñati, donde, aparte de su patrimonio, me maravilla ver los únicos carriles-bici donde he visto que se da realmente prioridad a los ciclistas.

En este enlace puedes acceder a una colección de fotos más completa

En este otro enlace, al track en Wikiloc.


 


martes, 2 de abril de 2024

Cueva de Supelegor. Gorbeia. Bizkaia. 2024-03

Supelegor es una preciosa cueva visitable del macizo de Itxina, que forma parte de la sierra de Gorbea.

Comenzamos la ruta en el aparcamiento de Pagomakurre, al que accedemos por Areatza. Este lugar es uno de los más conocidos para ascender al Pico Gorbeia. Nosotros salimos por el merendero y seguimos una ruta señalizada que pasa por varios puentes de madera y una zona con cipreses, hayas, pinos y algún tejo.

Las vistas se van ampliando a medida que ganamos altura por prados. La rampa más inclinada de la jornada nos lleva a pasar bajo el curioso arco natural "Ojo de Atxulaur", que nos permite cruzar caminando la barrera rocosa.

 

El sendero es un tanto confuso. Unas señales en rojo nos llevan a la cueva natural de Arkuaxpe con dos grandes entradas. La visita a este lugar ya justificaría subir hasta aquí, aunque a nosotros nos espera el plato fuerte de la jornada.





Seguimos un tramo en descenso junto a otra cueva muy embarrada. Desde allí vemos la  entrada casi cuadrada de Supelegor.

La gran abertura permite el paso de luz en los primeros metros. Más allá, se hace necesario el uso de linternas frontales. Desde el comienzo las paredes y techos ofrecen preciosas imágenes.

La única dificultad reseñable para recorrerla es la presencia de algunos huecos o simas, que se pueden evitar con sentido común. Varias columnas dividen la galería principal, pero no hay pérdida posible, y menos teniendo en cuenta que en su zona central hay dos huecos en el techo que permiten la entrada de luz natural.  Se puede continuar en ligero descenso hasta un lago tras el cual se adivina la continuación de la gruta, pero eso ya es un asunto de espeleología.

Su tamaño, formaciones y ambiente hacen de la cueva una visita muy recomendable. Como era un día desapacible, tuvimos la suerte de conocerla en solitario, lo cual es un plus adicional. Es curioso que la mayoría de la gente que sale de Pagomakurre va al Gorbeia, pero esta sierra de Itxina está llena de lugares de interés.








Tras la cueva seguimos el sendero en sentido contrario hasta llegar a un poste indicador. Por hayedo, con varias subidas y bajadas entre lapiaces y con alguna zona laberíntica vamos rodeando el monte Kargaleku, damos vistas a la cumbre del Gorbea y giramos hacia las verdes campas de Arraba, cuajadas de narcisos.

Una pista con amplias vistas sobre los valles nos deja de vuelta en Pagomakurre.



 

En este enlace puedes acceder a una colección de fotos más completa.

Y en este otro enlace, puedes acceder al track en Wikiloc.